14 May
14May

Las riquezas y la pobreza están más en el corazón que en la mano.
–Joseph Hall


Por más costoso que sea tu reloj, nunca va a poder comprar el valor del tiempo.

¿Alguna vez te han hecho esa pregunta que, si tuvieses la oportunidad de viajar al pasado o al futuro, a dónde irías?
Esa idea contemplativa de poder cambiar algo de tu vida, es bastante llamativa. O sea, ¿Quién no reemplazaría un episodio doloroso por uno feliz? Yo lo haría sin dudarlo dos veces.

Pero hay algo cierto en todo esto, y es que nosotros no podemos alterar ningún evento pasado, tampoco sabemos a ciencia cierta qué traerá el futuro, por tal razón, no tenemos gran poder sobre él. ¿Y qué hay en el presente? El regalo que tenemos siempre y no sabemos en qué momento se nos va. Esperamos que siempre tendremos un presente, y por ende, algunas veces no aprovechamos bien la oportunidad que se nos da.

¿Quién nos entiende? Estamos pequeños y anhelamos ser grandes, estamos grandes y deseamos ser pequeños. Un día queremos graduarnos y cuando nos graduamos quisiéramos devolver el tiempo.

Algunos vivimos en este tiempo como si este no pasara, pero cuando se acabe cuarentena el tiempo sí habrá pasado, depende de ti si viviste durante el aislamiento, hiciste algo que te llenará en esta temporada. Tu actitud es lo más valioso aquí, ella determina cuánto disfrutas del hoy, así que cuídala mucho.

Nada es para siempre, disfruta el hoy, el aquí, el ahora, con quiénes tú quieras, de la forma que quieras; Pero no te olvides que de todo lo que hagas, darás cuenta. Disfruta todo que los tiempos no vuelven, no perdonan, van tan a prisa como nosotros. Así que, asegúrate de disfrutar todo, para que cuando te vayas de aquí tengas paz, sabiendo que disfrutaste, amaste, cuidaste, edificaste y dejaste huella. Más nada.

Siempre con el deseo de aprender.


-Mariale


Foto de Andrik Langfield en Unsplash 

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