23 Apr
23Apr

Antes de que comenzara todo esto de la cuarentena... nadie tenía en el radar que esto podía pasar. Realmente se veía distante y pensamos que a nosotros no nos iba a llegar. Pero llegó el día y nos tocó quedarnos en casa donde ya llevamos algún tiempo.

He hablado con algunas personas por estos días, y me han manifestado su deseo que todo vuelva a ser como antes para cuando esto acabe, que las cosas sigan igual, y ese deseo se convierte para algunos en miedo, y realmente ese miedo siempre estará.

No sé si de pronto en la vida has atravesado por momentos cruciales como un cambio de trabajo, de lugar de estudios, de vivienda, terminar una relación o que fallezca alguien cercano... y tal vez ese momento representa un cambio en una parte de tu vida o en todo. El punto es que ese cambio llega y al principio no sabes cómo afrontarlo, me atrevería a afirmar que todos preguntamos en algún instante: "¿y ahora qué?".

Entonces llega un momento en el que sigues con tu vida y te vas acostumbrando a ese nuevo ritmo, pero siempre está ese temor de que las cosas no vuelvan a ser como antes y tenemos ese pensamiento que nos dice que "los tiempos de antes eran mejores"... tal vez si, tal vez no. Los tiempos de antes tienen lo suyo, así como los de ahora y los del futuro.

Nada volverá a ser como antes porque nosotros ya no seremos los mismos. El estar mucho tiempo en casa con nuestra familia habrá podido sacar lo mejor o lo peor de nosotros. El no tener contacto físico con el resto del mundo, tal vez habrá podido cambiar la percepción de como debes tratar a los demás; El no poder salir hace apreciar la libertad de salir con tranquilidad, sin temor a que te coloquen una sanción o ser a contagiado y tal vez, hoy sea más difícil estar lejos físicamente de los que amas.

Eso pasa porque probablemente, no sabemos amar sin tocar, homenajear sin estar presente o ser atentos con las personas si no es físicamente. Y es que no existe una escuela para aprender eso. Pero hoy quiero retarnos a que vayamos mucho más allá de estas barreras y que podamos aprender a amar, cuidar y seguir adelante con la vida, sin importar que hoy estés en tu casa sin poder salir.

Finalmente, ten en cuenta que el reloj sigue andando, los días siguen pasando, tu corazón sigue latiendo y aún estás aquí. Así que si tienes miedo a que las cosas cambien, déjame decirte que probablemente eso sea lo que pase. Pero no lo mires con ojos de temor, míralo con ojos de la esperanza que algo nuevo va a venir. Sí, no seremos los mismos después de esto, pero seremos mejores, más fuertes y aprenderemos la lección: a querernos un poquito más a la distancia, a dejarnos extrañar, y a tener un contacto cercano, pero desde lejos.

Siempre con el deseo de aprender.

-Mariale.


Photo by Jonathan Howard Kemp on Unsplash

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO